Considerado el padre del Modernismo literario, Félix Rubén García Sarmiento (Metapa, 18 de enero de 1867-León, 6 de febrero de 1916), ejerció como periodista y diplomático de su país. Sin embargo, fue a la literatura a la que dedicó lo mejor de su trabajo, no en vano se ganó el sobrenombre de "príncipe de las letras".
La infancia de Rubén Darío transcurrió bajo el amparo de su familia materna en la ciudad nicaragüense de León. De carácter precoz, a los tres años ya sabía leer, y entre sus primeras lecturas están El Quijote, Las mil y una noches y muchísimos clásicos de la literatura universal. A medida que fue creciendo, se interesó por la tradición literaria española y por la francesa, especialmente por las obras de Víctor Hugo.
En su vida adulta trabajó como corresponsal en diversos diarios americanos y colaboró con el gobierno de su país en los preparativos del cuarto centenario del descubrimiento de América, hecho que lo trajo a España por primera vez, donde conoció a multitud de escritores con los que mantuvo contacto a lo largo de los años. Desde España escribió para su periódico, La Nación de Buenos Aires, una serie de crónicas sobre la situación en la que había quedado nuestro país después de la pérdida de las últimas colonias -Cuba, Puerto Rico y Filipinas- en 1898.
En España influye en una generación de poetas jóvenes, defensores del Modernismo, que con el paso de los años llegarían a consolidarse como grandes literatos, algunos de ellos galardonados posteriormente con el Premio Nobel, como fue el caso de Juan Ramón Jiménez.
A principios del siglo XX se estableció en París, donde fue nombrado cónsul de Nicaragua. En la capital gala conoció a Antonio Machado, uno de los mayores admiradores de su obra. Con el paso de los años, vivió en Madrid, como embajador, puesto al que terminó renunciando porque no cobraba el salario acordado. Poco después del estallido de la Primera Guerra Mundial, regresó a su país donde falleció el 6 de febrero de 1916. Su cuerpo fue enterrado en la catedral de la ciudad de León (Nicaragua). Esta semana el Gobierno de Nicaragua ha declarado a Rubén Darío Héroe Nacional.
Entre sus obras más universales tenemos Azul (1888), obra que marca el inicio del Modernismo literario, Prosas Profanas y otros poemas (1896), y Cantos de vida y esperanza (1905). A continuación se puede escuchar uno de sus poemas más famosos, dedicado a la juventud, ese divino tesoro que debemos cuidar.
Para saber más...
-Artículo de la RAE sobre el centenario de la muerte de Rubén Darío: http://www.raeinforma.com/raeinforma/el-siglo-de-ruben-dario-1867-1916/
- Historia de la Literatura: el Modernismo
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